CLASES DE ETIQUETA I

Buenos días princesitas, el día de hoy hablaremos de la etiqueta.
Muchas dirán ¿y eso qué tiene que ver con Ana o con Mia?, pues tiene que ver porque Ana y Mia, son princesas por lo bellas que son y por una serie de detalles especiales que tienen, como es el caso de los buenos modales y un comportamiento adecuado en cada lugar que pisamos.

Si en algo coincidimos todos es del miedo que sentimos la mayoría a dirigirnos al público. Todos los estudiosos apuntan en el mismo sentido: tenemos miedo al ridículo. La mejor forma de superarlo es la práctica, y pensar que nos estamos dirigiendo a un grupo de amigos. No todos somos grandes oradores, pero si que podemos ser unos oradores amenos y eficaces, si hacemos llegar nuestro mensaje de forma cordial, clara y efectiva.

Para lograr nuestro objetivo, podemos dar algunas pautas básicas a tener en cuenta:

1. Debemos saber cuando empezar y cuando terminar, e incluso improvisar. Si vemos que el público está muy aburrido, podemos tratar de acortar el discurso.

2. Que es lo que queremos decir y transmitir. Hay que tener claro el objetivo del discurso y sus puntos fundamentales, para hacer llegar el mensaje correctamente y que sea comprensible por el público.

3. Como hacerlo llegar. Debemos "interpretar" el papel de forma convincente para que el público reciba y crea el mensaje. Hay que saber captar su atención y mantenerla.


Una princesa debe saber expresar sus ideas claramente, debe saber definir bien el por qué de su condición, debe mantenerse firme en sus propósitos, manteniendo siempre un punto de cortesía inquebrantable.

Muchas veces las princesas, recibimos críticas muy fuertes con respecto a ser Ana o Mia, por parte de personas que se muestran en desacuerdo por nuestro estilo de vida. Pues bien, algúnas de esas personas son gente muy educada (que son muy pocas) que expresan su desacuerdo como un punto de vista más y como crítica constructiva; he tenido el gusto de entablar una conversación de esa índole con un cineasta (amigo de mi novio) que me comenzó a hablar del tema de Ana y Mia (sin saber que yo lo soy) de una manera muy relajada y práctica, me agradó mucho el ver que aún existe gente que conversa y no grita como histérica, pretendiendo hacerse escuchar.

Ahora, tenemos que ponernos en el caso de gente no tan alturada, que lo que hará, no será conversar con nosotras, sino más bien, criticarnos duramente, sin siquiera conocernos. Pues bien,¿qué hará Ana o Mia? Ana o Mia le responderá con cortesía, ¿qué pasara? pasará que la persona no alturada, se sorprenderá al recibir educación frente a una falta de respeto de su parte, lo que lograremos con eso, será demostrarle que sí podemos entablar una conversación alturada, siempre y cuando él o ella se muestre de tal forma.

Yo entiendo que muchas veces nosotras, como princesas de Ana o Mia, nos sentimos muy afectas por los comentarios que vierten diariamente en las páginas de internet, pero ésto que les pido, de las conversaciones alturadas, es justamente, para lograr que nada de ésto nos afecte. Si nosotras, nos convertimos en pilares fuertes y con una seguridad inquebrantable, lograremos mantener firme nuestra causa, aceptando claro, cordialmente, algúna que otra crítica constructiva que algún ser alturado nos pudiera dar.

Nos vemos mañana princesitas, las quiero.